Nuestra caficultura se ha transformado. Lleva décadas pasando por profundos cambios, y uno de ellos, y más loable, es que algunos jóvenes caficultores han decidido continuar con la búsqueda y manera de seguir los pasos de su legado familiar que durante tanto tiempo ha revindicando la cultura cafetera y apostado a la supervivencia de la vida rural, así como las condiciones de vida digna para su comunidad cafetera, más de cien familias que viven y sobreviven por el café.
Estos jóvenes caficultores son viajeros, letrados y gente común y corriente que, si bien han heredado un patrimonio lo han hecho con sabiduría, absoluto liderazgo y conocimiento de causa de lo que significa el más sincero amor por el esfuerzo y arduo trabajo tanto de su familia como de aquellos recolectores, administradores y comunidad en general durante tantos años.
Son jóvenes con vocación cafetera que decidieron regresar a la tierra que les vio nacer y crecer, después de haberse radicado por largo tiempo en grandes ciudades del país para culminar su formación profesional. Muchos de ellos, administradores de empresas y negocios internacionales, con grandes habilidades gerenciales y manejo de equipo de trabajo, que han considerado su regreso un llamado a la vida y la tradición misma, para hacer del cultivo del café su principal proyecto de vida, la oportunidad para recuperar el campo colombiano y los sabores de su tierra, entre esos el del café: una forma particular de ser.
Café Primitivo hace parte de esas grandes apuestas que han reconocido que, tras las plantaciones de café, una casa con arquitectura peculiar, con amplios corredores y jardín, exista una labor ardua y consagrada, con mucha pasión y esfuerzo. Primitivo es la suma del cansancio y sudor tras el labrado y siembra a manos de generaciones de padres y abuelos. Esas que través del ejemplo y amor por sus hijos, entregaron todos sus conocimientos para que continuaran replicando y haciendo de su herencia una labor incesante.
Estos jóvenes han encontrado en apuestas como el turismo, una forma de abrirse al mundo para así compartir toda su conocimiento, generosidad y experiencia empírica, de la que se lleva en la sangre con otros. Han prescindido en su lenguaje cualquier palabra que demerita sus incansables ganas de continuar y sacar adelante lo que con tanto compromiso y entrega algún día lograron sus antepasados.
Al día de hoy son dueños y gestores de procesos de cultivo cuidadosos con el medio ambiente, que hacen parte de la conciencia de las generaciones actuales. Un claro ejemplo de lo que significa ser joven en Colombia; una población que necesita promover la conciencia ambiental y social.
Los jóvenes caficultores son los voceros de la cultura cafetera en el mundo, ellos son promotores de nuestras tierras en el extranjero. Son la consecuencia del porvenir de un país en la sombría situación social. En ellos, en sus hombros descansa la responsabilidad de seguir transformándolo y ese imparable deseo de innovar y enfrentar con sabiduría un mercado complejo por las dinámicas de los precios.
Las puertas poco a poco se han ido abriendo para los jóvenes, lo que ha logrado consolidar trabajos en red con otras fincas cafeteras y alianzas con jóvenes emprendedores. Por lo que cada día somos más quienes unimos fuerzas y compartimos la misma pasión por el café. Eso es lo que nos mueve.
Por tanto, se la están jugando por responder a las dinámicas de un mercado sin desconocer su raíz. Ellos están sirviendo una taza de café a través del proceso de siembra y cultivo, tostión y preparación que se esconde en un empaque e imagen con valor agregado, devolviéndole así al consumidor la experiencia más sincera y humana, de lo que significa para ellos la vida cafetera.
Young Coffee Growers
Our coffee growing has been transformed. It has been facing several changes for some years. One of them and the most laudable is that some young coffee growers have decided to continue searching and the way of following the steps of their family legacy, which for a long time has reinvigorated the coffee culture. It has worked for the survival of rural life, also for the dignified living conditions for its coffee community, more than one hundred families that live and survive because of the coffee.
These young coffee growers are travelers, lawyers, and ordinary people. Although they have a heritage, they have worked for it with absolute wisdom, leadership, and knowing what love, effort, and hard work mean.
They are young people with a coffee vocation who decided to return to the land where they were born and grew up after being far away because of their professional training. Many of them are administrators of companies and international businesses. They have important skills such as team management. They have also considered their return a call to life and tradition itself. For them, the cultivation of coffee is their main life project, and the opportunity to recover the Colombian countryside, the flavors of its land, which includes coffee as a particular way of being.
Primitivo coffee belongs to those big challenges that have recognized that behind the coffee plantations and architecture with big gardens, there is a consecrated hard work with so much passion and effort. Primitivo is the sum of fatigue and sweat after generations have been carved and sowed. Those generations that with their example and love for their children gave their knowledge to continue preserving a heritage of unceasing labor.
These young people have found in bets such as tourism, a way to open up to the world in order to share all that legacy and their generosity with others. They have dispensed within their language any words that detract from their tireless desire to continue and carry out what with so much commitment and dedication their ancestors once achieved.
Today they are owners and managers of cultivation processes that are careful with the environment, which is part of the consciousness of today's generations. This is a clear example of what it means to be young in Colombia; a population that needs to promote environmental and social awareness.
Young coffee growers represent the coffee culture in the world, they are promoters of our lands abroad. They are the consequence of the future of a country in the dark social situation, those Colombian citizens who are referents in the world. This means that on their shoulders rests the responsibility to continue transforming it and an unstoppable desire to innovate and face a complex market with knowledge due to the dynamics of prices.
The doors have been gradually opening for young people who have tried to consolidate networking with other coffee farms and alliances with other young entrepreneurs.
Therefore, young people are risking it to respond to the dynamics of a market without ignoring its roots. They are serving a cup of coffee through the process of sowing and cultivating, roasting and preparing that is hidden in a packaging and image with added value, thus giving the consumer the most sincere and humane experience of what life means to them. coffee maker.
Коментарі