¿Te has preguntado alguna vez cómo influye el tueste del café en la taza que bebes cada mañana antes de empezar tu día? Quédate en esta entrada y te contaremos algunos datos curiosos sobre este importante proceso en la cadena de producción de los granos de café.
El tueste del café es un tratamiento térmico al que se somete la semilla del café en verde con animo de obtener una textura quebradiza que a través de la infusión en agua se logra destilar. Durante este proceso se genera una transformación esencial de las propiedades sensoriales, químicas y físicas de los granos. A lo largo del proceso, el grano gana un 100% de volumen, disminuye entre un 12 y un 20% su peso y pierde alrededor del 10% de su cafeína. Descienden, también, sus componentes ácidos y aumentan ligeramente las grasas.
La historia del tueste tiene como punto de partida la utilización de sartenes y cuencos de metal, los cuales son depositados en el fuego para elevar la temperatura y a su vez someter al calor a los granos de café. Por lo general estos mecanismos se han dejado de usar gracias a la llegada de las tostadoras industriales, las cuales posibilitaron múltiples formas de someter los granos de café al calor y controlar el resultado final del tueste. Algunos de esos sistemas se desarrollan a través de fuego directo, aire caliente, convección, lecho fluido, etc., que hacen que la operación sea totalmente controlable con resultados estandarizados según las preferencias del tostador. Este factor es importante, ya que, gracias a los avances técnicos, tostar el café es comparable a la operación de cocinar los alimentos, en la que también, en función de diversas variables, se pueden obtener sabores distintos con las mismas materias primas.
Uno de los factores más importantes en el proceso de tueste es el tiempo de cocción de los granos de café. Según el método o sistema por el cual se aplica el calor, tiene una duración entre 1 a 20-25 minutos. Este tiempo depende de factores muy particulares: el hábito de consumo del país, el tipo de máquina a emplear para preparar el café, la variedad de café, si el café se empleará para métodos de filtrado. El sistema lento, de 12 a 20 minutos es el más apreciado por los tostadores al conferir al grano un color uniforme y reluciente. El sistema rápido, por su parte, de 3 a 6 minutos, es usado en las grandes tostadoras que tuestan diariamente varias toneladas de café. El grano resultante de estos procesos no tiene una gran calidad y se utiliza por lo general en la elaboración de café instantáneo o café de baja calidad.
El cuidado de los pequeños detalles marca diferencias importantes en el gusto y aroma del producto final. Cada maestro tostador tiene su forma particular de cocinar el café y darle características muy únicas. Al fin de cuentas es él quien enaltece y determina el perfil sensorial de la taza que te tomas todos los días. Así que, la próxima vez que compres tu café, fíjate en el proceso de tueste al que fue sometido, esto te ayudará a prever el sabor del café.
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