Tomar una taza de café es lo mejor que le puede pasar a una persona en días invernales. Su calor y sabor reconfortan el espíritu cuando afuera llueve y hace mucho frío. Sin embargo, cuando llegan los días de verano y el sol no da tregua, una taza de café a ochenta y cinco grados no es la mejor idea que se te puede pasar por la cabeza. Pero no te preocupes, en esta entrada te daremos la solución para que disfrutes de un café con aromas intensos y un sabor inigualable, se trata de Coldbrew, un método de preparación que te ayudará a sobrevivir los días más calurosos.
El Coldbrew, como su nombre lo señala, es un método de preparación de café frío. No se trata de dejar enfriar el café después de haberlo preparado con agua caliente. Se trata de un método de destilación muy interesante que utiliza el agua a temperatura ambiente para extraer por completo todas las cualidades del café. El proceso dura entre veinticuatro a setenta y dos horas. El tiempo de duración es tan largo porque la forma en que se mezcla el agua con el café es asombrosa: el agua cae en forma de gotas a intervalos regulares de tiempo sobre la cama de café. Si eres paciente, este será tu método favorito.
El café frío se ha hecho popular en todo el mundo porque posibilita una taza con todas las propiedades de un café convencional. Las fragancias, el cuerpo, los tonos dulces y los ácidos se mantienen e incluso se potencian con esta forma de preparación. Una particularidad del Coldbrew es su alto grado de cafeína. El café al estar en contacto con el agua durante tanto tiempo segrega una gran cantidad. Algunas personas lo utilizan como un energizante natural que les posibilita estar muy activos durante su día.
Para que no te confundas te dejaremos algunas de sus características esenciales: es un café ligero, pero con un excelente cuerpo. Sus matices y sabores siempre son intensos. Conserva todos los nutrientes de un café convencional. Es un café que se bebe en cualquier época del año, no importa si hace frío o calor. Sus amantes la consumen siempre. Tiene mucho éxito en Inglaterra, Estados Unidos y Australia. Se prepara a temperaturas inferiores a tres o cuatro grados. Algunas personas lo hacen a temperatura ambiente. Lo encuentras en pequeños tarritos, como si se tratara de un refresco.
A pesar de que existen métodos especializados para la preparación de un Coldbrew, tu puedes realizar el tuyo en casa. Lo único que necesitas es una prensa francesa para conseguir un delicioso café frío. Sigue los siguientes pasos para lograrlo: necesitas 50 gramos de café por 500 mililitros de agua. Esto es una relación 1/10. Es decir, por cada gramo de café agregas 10 mililitros de agua. La molienda que vas a usar es la misma que generalmente se utiliza en la prensa francesa (media gruesa). Una vez tengas todo listo agregas el café y los quinientos mililitros del agua. Revolvemos solo un poco y tapamos la prensa sin bajar el embolo. Luego llevas todo a la nevera y esperas 16 horas.
Puedes acompañar tu Coldbrew con hielo para hacerlo mucho más refrescante en esos días de calor intenso. Ahora ya no tienes excusas para dejar de beber café en verano. Con paciencia y algo de tiempo puedes tener en casa un delicioso café frío, compartirlo con todos los que amas y disfrutar de un día soleado.
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